voló con élitros abiertos
hasta la cereza infraroja.
La devoró sin comprender
la química del poderío
y luego volvió a los follajes
convertido en un incendiario.
Su caparazón derivó
como un cometa saturado
por la radiación deliciosa
y se fue ardiendo en la substancia
de tan quemantes electrones:
al disolverse alcanzó a ser:
un síntoma del arco iris.
-Fin de mundo (1968-1969)